Verónica Roth nos sorprende este 2017 con una nueva entrega llamada 'Las marcas de la muerte', donde se relatan las aventuras de Cyra y Akos, dos jóvenes que se enfrentan a su destino. Cada uno pertenece a un mismo planeta dividido en dos: la nación de Thuve, amante de la paz y la lealtad, y la nación de Shotet, gobernada por la familia Noavek en un sistema económico y político desigual basado en la riqueza.

Título: 'Las marcas de la muerte' Autora: Verónica Roth Páginas: 496 Editorial: RBA Molino Encuadernación: Tapa blanda

Akos Kereseth, thuvesita de nacimiento pero con antepasados shotet, y Cyra Noavek, perteneciente a la familia real de Shotet. Dos personas totalmente opuestas pero con un destino común previsto por los oráculos de La Asamblea, un conjunto de los diferentes planetas que se encuentran rodeados de la Corriente, un fenómeno natural, en algunos casos, un símbolo religioso (la corriente es un poder invisible que otorga habilidades).

Cyra tiene un don concedido por la Corriente, infligir dolor y a la misma vez sentirlo, compartir ese sufrimiento provocado por su hermano Ryzek, el cual gobierna Shotet. Por otro lado se encuentra Akos, cuyo don paraliza la Corriente, de tal forma que con tan solo un toque puede hacer que Cyra pueda dejar de sufrir.

A través de las páginas Verónica comparte un nuevo Universo desatado en una inminente guerra por el poder.

La novela consta de 42 capítulos alternando una narración en primera persona entre Akos y Cyra, haciéndonos sentir más cercanos a los sucesos narrados y permitiéndonos conocer los pensamientos y sentimientos de los protagonistas en todo momento.

Sin duda la trama atrapa al lector, la intriga nos provoca sumergirnos en el mismo libro, pero siendo más crítica tengo que decir que podría mejorar, porque aunque sea creativa es bastante lineal.

Me ha gustado la originalidad del libro, la capacidad con la que Roth ha creado un Universo desde cero, una cultura para cada planeta al que ha dado nombre; sin embargo, la lectura no siempre fluye.

He tenido a lo largo de la lectura tres parones, el primero de un tiempo considerablemente largo (aproximadamente más de un mes y medio), el segundo de dos semanas y el tercero de unos escasos días, a pesar de esto, no he desistido en intentarlo de nuevo y poder dar una oportunidad al libro.

En mi opinión, el motivo de no haber podido leer el libro todo seguido, ha sido que la narración y los sucesos a veces se vuelven un poco pesados y repetitivos, personalmente me hubiera gustado más si omitieran algunas partes que parecen estar de relleno.

También cabe mencionar que resulta a veces complicado seguir el hilo de la historia debido a los numerosos nombres poco comunes y palabras inventadas por la autora.

Teniendo en cuenta todo, el libro me ha parecido bastante plano, aunque tengo que admitir un logro por su originalidad y la trama, porque el desarrollo de los personajes a lo largo de la historia es bastante aburrido al igual que el propio argumento en algunas partes.

La autora utiliza un lenguaje sencillo, al igual que en sus otras obras como Divergente, Insurgente, Leal y Cuatro, no se complica, lo que es de agradecer porque si el lenguaje fuese más elaborado no hubiera terminado nunca.
No es de los mejores libros que he leído (encuentro bastantes puntos flojos a la hora de la lectura), ni tampoco será el peor, pero sin duda me ha dejado un sabor agridulce, me esperaba más de la autora.

Yo no recomendaría 'Las marcas de la muerte' (aunque me haya gustado la idea de la autora), pero si a alguien le interesa, tiene que tener en cuenta los factores comentados anteriormente. Si quieres leer este libro sería ideal que realmente te guste leer (que sea una actividad que haga de seguido por placer), no solo por su extensión, la cual a muchos les parecerá muy larga y a otros bastante normal, sino por la pesadez que puede tener en algunos puntos de la historia que puede llevarte al aburrimiento.